lunes, 9 de abril de 2012

aquí está la mejor



Como mi Word es una copia pirateada que me baje de torrentz.eu y no le apliqué el crack correctamente, hay una inmensa placa de color rojo soviético en la zona superior de la pantalla que dice “Product Activation Failed”, pero por lo demás funciona bien.

La gerencia de la pluma envió a sus más y menos dotados noteros al trigésimo festival de Cinemateca que acaba de concluir. Una semana en la que la crème de la crème de los jóvenes idealistas llega de todo el mundo a nuestra retro urbe, con una mano delante y la otra detrás, para mostrarnos sus celuloides. Mucho se vio, casi todo de primerísima calidad.

Mis colegas en este blog se tomaron el atrevimiento de proclamar cual fue la mejor película del festival. Ignorando atrozmente que, por buen margen, solo una es la superior:

Entre los filmes compatriotas estaba “Amor Robot”. Suena música electrónica minimalista tipo Krafwerk, palpitan los mediotonos en el espectrograma mientras la tipográfía fluor CMYK parpadeante, digna del maestro Kubrik, marca el arranque de cada capítulo. No se dejen enagañar por las escenas de 2 minutos en las que no pasa nada, esta no es tu típica película uruguya.

Hay muchas cosas en el mundo, pero pocas parecen importantes, que hay que hacer? -Hay que hacer el amor. Eso nos dice el filme básicamente, ese es el mensaje, pero llega por el opuesto, a lo Heráclito: habla del no-amor para hablar del amor.

La protagonista, Andrea, es la anti-heroína de la película, una mujer que desperdicia su habilidad innata de infiltrarse en casas ajenas metiéndose en relaciones destructivas con sujetos de dudosa humanidad pero que viven en Carrasco. Ella se mantiene optimista a base de vestirse muy beatnik y de la adrenalina que le produce el atacar gente con armas blancas de gran porte. El absurdo reina con tintes de humor seco.

Jamborishenko


 
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