martes, 29 de mayo de 2012
lunes, 21 de mayo de 2012
jueves, 17 de mayo de 2012
martes, 8 de mayo de 2012
domingo, 15 de abril de 2012
escuela de Rock europea
lunes, 9 de abril de 2012
aquí está la mejor
Como mi Word es una copia pirateada que me baje de torrentz.eu y no le apliqué el crack correctamente, hay una inmensa placa de color rojo soviético en la zona superior de la pantalla que dice “Product Activation Failed”, pero por lo demás funciona bien.
La gerencia de la pluma envió a sus más y menos dotados noteros al trigésimo festival de Cinemateca que acaba de concluir. Una semana en la que la crème de la crème de los jóvenes idealistas llega de todo el mundo a nuestra retro urbe, con una mano delante y la otra detrás, para mostrarnos sus celuloides. Mucho se vio, casi todo de primerísima calidad.
Mis colegas en este blog se tomaron el atrevimiento de proclamar cual fue la mejor película del festival. Ignorando atrozmente que, por buen margen, solo una es la superior:
Entre los filmes compatriotas estaba “Amor Robot”. Suena música electrónica minimalista tipo Krafwerk, palpitan los mediotonos en el espectrograma mientras la tipográfía fluor CMYK parpadeante, digna del maestro Kubrik, marca el arranque de cada capítulo. No se dejen enagañar por las escenas de 2 minutos en las que no pasa nada, esta no es tu típica película uruguya.
Hay muchas cosas en el mundo, pero pocas parecen importantes, que hay que hacer? -Hay que hacer el amor. Eso nos dice el filme básicamente, ese es el mensaje, pero llega por el opuesto, a lo Heráclito: habla del no-amor para hablar del amor.
Jamborishenko
los kappa se lo comen (al pepino)
Me meto en el cine aliviado y con una sonrisa. Al entrar a la sala alguien gritó sala pocitos resiste!, llevaba una campera de cuero. Acabamos de escapar de la ceremonia de premiación. Me importa un bledo el festival de cine como evento cultural. Tuve la desgracia de participar brevemente en una de sus ceremonias lobby (con la primera intensión de morfe-chupe gratis pero no) y como todo circo de hipocresía, la gente daba ganas de vomitar con todos esas palmadas en las espaldas pseudo-cinéfilas que se daban unos a otros. Los críticos en primera fila arengando falsamente a los directores. Una oleada de aplausos y figuras de la achacada telenovela de canal cuatro me terminar de echar del recinto.
Los aplausos engordan a los críticos y la taquilla goza su sonido. Uno se infla tanto que sale flotando hacia el enclenque techo de la cinemateca 18, se choca contra él, el hinchado crítico desaparece con un PLUC y una pequeña explosión de grasa de pop azucarado le llueve a la gente enardecida que recoge y se engulle esa grasa que culturiza el alma. Pero más allá de estas pálidas escenas tan bien conocidas, se pudieron ver películas que valían la pena y lo animaban a uno a seguir unos minutos más en esta puta vida igual.
Hubo una en especial. Porque siempre, si uno hace un esfuerzo, se puede encontrar un pequeño cucumelo en la bosta. Esta película de la que vengo a hablar es pankot ne e mrtov (punks not dead). La película se desarrolla en Macedonia, ex Yugoslavia. En este contexto un par de cuarentones que no se creyeron del todo los valores burgueses típicos de la madurez adulta tratan de juntar de nuevo a la banda para tocar sus viejas canciones. El cosito de la revista de cinemateca que ya no le ponen estrellas a las películas decía:
“unacomedianegrasobrepersonajesquehanpermanecidoenlosmárgenesyquierenresurgir”
No quieren resurgir nada porque no existe esa esperanza. Ya están sumergidos. Como Macedonia y como Albania. Ellos lo saben. No hay esperanzas más allá de juntarse, drogarse, hablar de los viejos tiempos, tocar, y seguir. No aparecen seres imaginarios para edulcorar una realidad amarga, no hay resurrecciones que salven a nadie, ni superpoderes para vencer a los skins. Si en este blog que se precia de punk o algo similar, da prioridad a un musical japones, entonces todo se vuelve algo ambiguo y frágil. Inconsistente como las filosofías que corren hoy día.
Entonces. Un par de punkies. Uno vive con su madre que posa desnuda para estudiantes adinerados. A su cuarto de adolescencia llega su ex novia una noche de apagón y se garchan lindo. El amigo un carnicero borrachín que toma de mascota a una rana. Ambos siguen juntándose a hacer asados sobre un carrito de supermercado como hace veinte años. No tienen esperanzas ni futuro. Alguno vende droga al por menor. Una ciudad gris y aburrida como estamos acostumbrados. En principio no promete nada.
Agilidad, odio y reflexión.
Después decir que la mejor película que se vio fue una caricatura de una figura mitológica japonesa con una banda moderna de fondo me parece un despropósito. Pero aún así. Viva la diversidad!! Mierda.
qué han hecho de nosotros?
Marko Bordshenko
domingo, 8 de abril de 2012
la mejor del festival
Hoy pasarán Amor Submarino, Onna no Kapa, Underwater love depende komo la kieras, akí la diversidad es lo ke sobra. Trata de la interakzión entre un monstruo y la sociedad a través de un Kappa y una japonesa ke se está por kasar y mucho más ke eso. Representado todo kon imágenes muy fuertes, mucho magenta, mucho erotismo, mucho absurdo, muchas tetas japonesas y mucha music automatique mientras todos los aktores bailaban kon perfekta alegría plástika. Hay ke verla, es genial!
En el imaginario mundo feliz, seguro ke suena todo el tiempo Stereo Total, pero en la real cinemateca uruguaya no kreo ke suene, por eso, esta fantástica peli va ser ignorada por los críticos, komo muchas grandes pelis exkluidas en todo el mundo y en todos lo tiempos. Pero no importa, porke lo más lindo de las pelis es: ke en algún momento son entendidas y ke estén ahí en el zine para verlas.
Nema problema! A pesar de las terribles diferencias de kriterios ke existen entre la pluma y la crítica; es necesario que se celebren los festivales y permanesca la cinemateca para ke no se pierda el facil acceso a mucho zine, de todos los países, todos los directores, todas las eskuelas, todos los maestros, todos los estilos y todo lo ke kierasss.